L-triptófano es un aminoácido esencial que no está bien representado en nuestra alimentación diaria. Desempeña un papel importante en el tratamiento de trastornos del sueño, estrés, depresión y trastornos de la motilidad intestinal. Es el único precursor de la serotonina, un neurotransmisor. Los niveles de serotonina en el cerebro se pueden incrementar por la ingesta de L-triptófano. Un gran grupo importante de medicamentos psicotrópicos (incluyendo Prozac) funciona según el principio de la inhibición de la recaptación de serotonina (ISRS). La concentración de serotonina en la hendidura sináptica se incrementa artificialmente mediante la inhibición de la recaptación en la neurona vecina. La serotonina, sin embargo, puede también incrementarse proporcionando los componentes básicos de la serotonina, especialmente L-triptófano.
La serotonina es el precursor de la hormona melatonina que efectúa el día y la noche ritmo biológico. El viajar a ciertas zonas puede causar una interrupción del ritmo circadiano (el jet lag). La formación de melatonina a partir de triptófano puede ayudar a traer de vuelta el equilibrio del ritmo día-noche.
También, en muchas enfermedades degenerativas, como la osteoporosis, se miden los niveles de serotonina inferiores. La serotonina juega un papel en el hueso; que inhibe la actividad de los osteoclastos. L-triptófano tiene otras propiedades supresoras del apetito, de manera que se puede utilizar para la reducción de peso.