¿Qué probióticos son los mejores para utilizar durante un tratamiento de antibióticos?

jueves 8-septiembre-2022

El uso de antibióticos provoca diarrea en un promedio del 25 % de las personas que los toma y puede aumentar el riesgo de obesidad, asma y diabetes. La raíz de este problema es un desequilibrio en el microbioma. Para poder contrarrestar los efectos secundarios se pueden tomar probióticos. En este artículo podrá informarse sobre qué cepas bacterianas son las más adecuadas para tomar cuando se está en un tratamiento con antibióticos.

Las investigaciones demuestran que estas cepas probióticas son eficaces en caso de tomar antibióticos

Los antibióticos son medicamentos que producen un efecto perjudicial en el microbioma intestinal. La alteración del microbioma intestinal puede causar efectos secundarios tales como infecciones y diarreas recurrentes. La TNO (Organización Neerlandesa de Investigación Científica Aplicada) investigó qué cepas probióticas son las más adecuadas para utilizar durante el uso de antibióticos, con el fin de evitar tales alteraciones. Un probiótico puede proteger el microbioma intestinal contra los efectos perjudiciales que causan los antibióticos. En este artículo, podrá informarse sobre qué cepas de bacterias son las más adecuadas cuando se utilizan antibióticos.

 

Objetivo de la investigación

La Organización Neerlandesa de Investigación Científica Aplicada (TNO) publicó la investigación en colaboración con ARTIS-Micropia en la revista científica BMC Gastroenterology. Los investigadores esperan que esto reduzca el riesgo de infecciones y diarreas recurrentes. Además del claro beneficio de reducir los efectos secundarios, tener un menor número de infecciones recurrentes significa que se necesitan menos tratamientos con antibióticos, lo que convierte a los probióticos en un arma importante en la lucha contra la resistencia a los antibióticos [1].


Los antibióticos provocan un desequilibrio en el intestino

Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para combatir las infecciones bacterianas. La diarrea es el efecto secundario más común que se da por el uso de antibióticos. Alrededor de un 25 % de los adultos desarrollan diarrea durante el tratamiento con antibióticos. Este efecto secundario se debe a que el antibiótico altera el microbioma intestinal al reducir la diversidad del mismo y el número total de bacterias. Si el microbioma está en desequilibrio, los patógenos pueden colonizar el intestino, causando así efectos secundarios como diarrea e infecciones (por hongos) [2].

 

Consecuencias a largo plazo por el uso de antibióticos

Además de los efectos secundarios a corto plazo que provocan los antibióticos, los efectos pueden ir incluso más allá. De hecho, el microbioma puede tardar incluso más de dos años en recuperarse tras un tratamiento antibiótico [3]. Los niños tratados con antibióticos de amplio espectro a una edad temprana tienen más probabilidades de desarrollar obesidad, asma y diabetes [2]. Asimismo, una investigación realizada a gran escala demostró que la exposición a los antibióticos a una edad temprana se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar psicopatologías como el TDAH, la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo [4]. Razones más que suficientes como para buscar terapias profilácticas para mantener el microbioma en equilibrio.

 

Recomendaciones sobre el uso de los probióticos

La TNO descubrió que la cepa bacteriana más investigada y más eficaz que puede evitar que las personas desarrollen diarrea con el uso de antibióticos es la Lactobacillus rhamnosus GG. La dosis mínima diaria de Lactobacillus rhamnosus GG es de 2000 millones de unidades formadoras de colonias (UFC). Las fórmulas bacterianas de amplio espectro, como la Lactobacillus acidophilus LA-5 y el Bifidobacterium animalis ssp. lactis BB-12, también resultaron ser eficaces en los estudios clínicos, al igual que el Bifidobacterium lactis, el Bifidobacterium bifidum y el Streptococcus thermophilus, por ejemplo. Desde Natura Foundation aconsejamos por tanto a nuestro socio de suplementos que utilice estas cepas en sus probióticos.

 

La dosificación más eficaz

La eficacia de los probióticos en combinación con los antibióticos depende además de la dosificación administrada. Para la Lactobacillus rhamnosus GG se ha comprobado que una dosificación 2000 millones de UFC resulta ser eficaz, aunque para los probióticos se recomienda en general una mayor dosificación. De hecho, los estudios de dosis-efecto han demostrado que el riesgo de diarrea provocado por los antibióticos se reduce a partir de al menos 5000 millones de UFC [2].

Las necesidades particulares requieren una flexibilidad terapéutica

Los factores individuales, como las diferencias en la composición del microbioma, provocan diferencias en la eficacia de la terapia probiótica y en la influencia del antibiótico. En consecuencia, los investigadores recomiendan flexibilidad a la hora de administrar diferentes probióticos. Sobre todo con el uso crónico o a largo plazo de antibióticos, a veces es necesario probar distintas formulaciones probióticas con el objetivo de encontrar la más efectiva [2].

 

Mecanismo de acción de los probióticos como terapia profiláctica con antibióticos

Los probióticos intervienen sobre múltiples frentes para combatir el desequilibrio del microbioma intestinal y prevenir los efectos secundarios del uso de antibióticos. En primer lugar, los probióticos y los patógenos compiten por los nutrientes y el espacio en el intestino, este principio también se le conoce como exclusión competitiva. El patógeno no puede dominar si las cepas probióticas están presentes. Algunas cepas bacterianas segregan asimismo agentes antimicrobianos para defenderse de los patógenos, de manera que los probióticos favorecen el equilibrio en el intestino. Por último, los probióticos son capaces de reforzar y estimular el sistema inmunitario, proporcionando al organismo una mejor respuesta inmunitaria y, por tanto, una mejor protección contra los agentes patógenos [2].

 

Conocimientos en la práctica

Según las investigaciones científicas, se recomienda utilizar probióticos durante un tratamiento con antibióticos. Esta terapia profiláctica refuerza el equilibrio del intestino y, de ese modo, es capaz de prevenir los efectos secundarios. El uso de al menos 2000 millones de UFC de Lactobacillus rhamnosus GG resulta ser eficaz para prevenir la diarrea provocada por antibióticos. Por otro lado, se pueden utilizar productos bacterianos de amplio espectro, como un probiótico de 5000 millones de UFC como mínimo. Los probióticos pueden utilizarse durante todo el curso de un tratamiento antibiótico. Utilice el suplemento de bacterias al menos 2 horas tras la toma de antibióticos.

 

Fuentes

[1] Pharmaceutisch Weekblad. TNO komt met gids over probiotica bij antibioticagebruik [Internet]. 2018 [cited 2021 Jun 29]. Available from: https://www.pw.nl/nieuws/2018/tno-komt-met-gids-over-probiotica-bij-antibioticagebruik

[2] Agamennone V, Krul CAM, Rijkers G, Kort R. Een praktische gids voor probiotica ter preventie van antibiotica-gerelateerde diarree in Nederland. Nederlands Platform voor Farmaceutisch Onderzoek. 2019;4:a1689. Available from: https://www.micropia.nl/media/filer_public/f4/cd/f4cd1456-e359-426c-9d11-6ce3980828b0/nationale_gids_npfo.pdf

[3] Jernberg C, Löfmark S, Edlund C, Jansson JK. Long-term ecological impacts of antibiotic administration on the human intestinal microbiota. ISME J. 2007;1(1):56–66. Available from: http://www.nature.com/articles/ismej20073

[4] Lavebratt, C, Yang, LL, Giacobini, M, Forsell Y, Schalling M, Partonen T, Gissler M. Early exposure to antibiotic drugs and risk for psychiatric disorders: a population-based study. Transl Psychiatry. 2019;9(317). Available from: https://doi.org/10.1038/s41398-019-0653-9