La vitamina D en el tratamiento del dolor

viernes 8-diciembre-2017

La vitamina D es un suplemento básico, sobre todo en nuestras latitudes. Pero también tiene algunas aplicaciones específicas que son interesantes para tu consulta. Así, según de un estudio reciente aparecido en la revista Journal of Endocrinology, es posible que la vitamina D pueda administrarse para el tratamiento del dolor.

 

Un buen descanso nocturno en combinación con un suplemento de vitamina D podría dar resultado en algunos casos en el tratamiento de la artritis, los dolores menstruales y la lumbalgia crónica. Es lo que se desprende de un estudio sobre las asociaciones entre la vitamina D, la calidad del sueño y el control del dolor [1].

 

Algo más que una vitamina 

La vitamina D tiene diversas funciones en el organismo. Más de treinta tipos de tejidos distintos contienen receptores de esta vitamina. Estos receptores están sobre todo en el tejido intestinal y en el óseo, pero también en el cerebro, el pecho, la próstata y los linfocitos. La función fisiológica más conocida de la vitamina D es el mantenimiento de las concentraciones saludables de calcio y fosfato en el cuerpo.

 

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En los últimos años han salido a la luz otras funciones importantes de la vitamina D que no están relacionadas directamente con el metabolismo de los minerales. Un campo de investigación activo es, por ejemplo, la influencia de la vitamina D en las enfermedades neurológicas, como los problemas de ánimo y la depresión.  Pero también parece tener un papel en procesos como la liberación de insulina y dentro del sistema inmune. Un nuevo estudio de revisión añade el control del dolor.

 

Control del dolor 

Ya se había demostrado que hay una relación entre el dolor y los trastornos del sueño, pero su conexión con la vitamina D aún no se ha investigado del todo. El nuevo estudio ha hecho un metaanálisis de todos los estudios relevantes en este campo. A resultas de esta investigación, se ha descubierto que la vitamina D es un eslabón importante en la relación entre el dolor y el sueño.

 

Por tanto, es extremadamente importante mirar siempre los niveles de vitamina D de tu cliente en caso de problemas relacionados con el dolor. Ejemplos de enfermedades en los que el dolor tiene un papel importante son la artritis, el dolor menstrual y la lumbalgia crónica. Pero probablemente también haya otras afecciones que estén relacionadas con un nivel bajo de vitamina D.

 

En palabras de los investigadores: "En este momento estamos desentrañando los posibles mecanismos que explican cómo está implicada la vitamina D en muchos procesos complejos. Este estudio es ejemplo de ello: demuestra que un buen descanso nocturno combinado con niveles normales de vitamina D en sangre es una manera eficaz de controlar el dolor".

 

Niveles sanguíneos normales 

La cantidad diaria recomendada en los Países Bajos está basada en el mantenimiento de un valor en sangre de 30 nmol/l de media. Muchas personas no lo alcanzan: los habitantes de ciudades del norte (por tanto, no solo de los Países Bajos, sino de todo el mundo) tienen una media de 20 nmol/l. Compárala con la de los cazadores-recolectores de cerca del ecuador: tienen un nivel en sangre de vitamina D3 que ronda los 115 nmol/l. En consecuencia, los valores naturales son unas seis veces mayores que los de los urbanitas.

 

Por varios motivos, la terapia ortomolecular recomienda un valor sanguíneo de al menos 80 nmol/l. Ni la CDR ni la suplementación recomendada por el Consejo de Salud de los Países Bajos bastan para alcanzarlo. Hay muchas diferencias en función del cliente y la patología, pero las dosis tienen que estar a un mínimo de 45-50 μg diarios para llegar a los 80 nmol/l.

 

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Fuentes 

[1]  Daniela Leite de Oliveira, Camila Hirotsu⇑, Sergio Tufik and Monica Levy Andersen, The interfaces between vitamin D, sleep and pain, Journal of Endocrinology, Preprint May 23, 2017 JOE-16-0514