L-glutamina: ¿semiesencial?

miércoles 15-noviembre-2017

Los aminoácidos son mucho más que simples ladrillos para formar proteínas. Así, el aminoácido semiesencial L-glutamina es importante, entre otras tareas, para el buen funcionamiento de la barrera intestinal. ¿Pero hacemos bien en decir que este aminoácido no es esencial?

 

Los aminoácidos tienen un amplio abanico de funciones dentro del organismo humano. Además de formar los músculos, también pueden, por ejemplo, funcionar como neurotransmisores (glicina), precursores de neurotransmisores (triptófano) y reforzadores del sistema inmune (valina, leucina, isoleucina).

 

Pero dentro del tratamiento, eso va después. El intestino es nuestro punto de contacto más importante con nuestra alimentación, y una buena función de barrera es esencial para mantener sano nuestro interior. Y ahí tiene un papel importante el aminoácido L-glutamina: es un componente esencial del epitelio intestinal.

 

Epitelio intestinal y L-glutamina 

El intestino tiene que poder absorber nutrientes, pero también negar la entrada a muchas sustancias y microbios negativos. La glutamina es importante para la continua reconstrucción de las células, en rápida división, del epitelio intestinal, especialmente del intestino delgado. Estas células se renuevan completamente cada tres o cuatro días, por lo que es primordial el suministro continuo.

 

La importancia de la glutamina para el epitelio intestinal la ilustra perfectamente el hecho de que nada menos que el 40% del consumo total de glutamina se produzca en el intestino.

 

¿Esencial o semiesencial? 

La L-glutamina es, según las clasificaciones, un aminoácido semiesencial. Esto significa que, en principio, el cuerpo puede fabricarla cuando es necesario, a no ser que las condiciones para la producción sean desfavorables. Sobre todo en épocas de estrés y sobrecarga (física), puede bajar el contenido de glutamina en el intestino, lo que hace que su epitelio no pueda restaurarse lo bastante y aumenten las probabilidades de molestias intestinales, como la permeabilidad.

 

Cuando el estrés metabólico se prolonga, la necesidad de L-glutamina es muy elevada. Esto puede hacer que la disponibilidad de L-glutamina sea insuficiente, lo que causa, entre otros, daños musculares y debilitación del sistema inmune. A esto se le añade que, en condiciones de estrés y malnutrición, la absorción de glutamina en el intestino delgado se reduce drásticamente. Si la flora intestinal es disbiótica o está dañada, el déficit de glutamina puede adoptar formas graves.

 

Menos absorción de nutrientes 

Cuando hay deficiencia de glutamina, las células del epitelio intestinal pueden atrofiarse, lo cual no solo provoca una menor absorción de nutrientes, sino también una posible permeabilidad del epitelio intestinal.

 

Por tanto, la toma de glutamina suplementaria resulta tener una importante función preventiva para el desarrollo de enfermedades como la de Crohn y la colitis ulcerosa. Un estudio muy reciente con animales con colitis demuestra que la suplementación con glutamina previene completamente la formación de tejido cicatricial. El tejido cicatricial es una consecuencia irreversible de las inflamaciones intestinales, y puede dar lugar al estrechamiento y la pérdida de funcionalidad del intestino.

 

Importancia para el sistema inmune 

Las células inmunitarias (especialmente los linfocitos y los macrófagos) utilizan grandes cantidades de glutamina, incluso en periodos no muy exigentes para el sistema inmune. Sin embargo, en el momento de una respuesta inmunitaria, cuando las células inmunes tienen que multiplicarse mucho y debe fabricarse toda clase de anticuerpos, el consumo de glutamina aumenta radicalmente.

 

Cuando el estrés inmunitario dura poco tiempo, la producción endógena, en parte a partir de aminoácidos ramificados (BCAA), es suficiente la mayoría de las veces para satisfacer esta necesidad. Si la situación de estrés se prolonga, la producción endógena es insuficiente, con desintegración de músculo y debilidad inmunitaria como consecuencia. También en este caso es importante suministrar a tiempo una cantidad suficiente a través de la suplementación.

 

SIM 

La L-glutamina es especialmente esencial para el sistema inmune común de las mucosas (SIM), la función inmune en las mucosas del cuerpo como las vías respiratorias, los órganos sexuales y el tubo digestivo. Por tanto, la función constructora dentro de la barrera intestinal puede extenderse a la práctica totalidad del organismo. Aquí también hay que expulsar del cuerpo las bacterias desfavorables. Con ayuda de la glutamina, en la mucosa de estos tejidos se produce IgA secretora (IgAs). Este tipo de anticuerpo es específico para la defensa inmune de las capas de mucosa del organismo.

 

Así, la falta de glutamina puede acarrear una menor protección frente a patógenos en el intestino y las vías respiratorias.

 

La L-glutamina tiene muchas más aplicaciones interesantes. Lee más al respecto en nuestra monografía "L-glutamina.