Los investigadores reunieron datos de niños, hombres y mujeres sanos que usaron a diario durante entre cuatro y doce semanas complejos vitamínicos y de minerales disponibles en el comercio habitual. Su capacidad de rendimiento cognitivo fue determinada por medio de tareas en el campo de la atención, la memoria, la precisión y/o las tareas simultáneas. También se preguntó por el estado de ánimo y el grado de estrés.
En los estudios se vio que la suplementación con vitaminas y minerales contribuye a una mayor capacidad de rendimiento cognitivo. Este efecto se pudo medir ya a las pocas semanas de uso. "Hay ya mucha investigación sobre los efectos de una o dos vitaminas sobre la capacidad de rendimiento cognitivo, pero los efectos de varias vitaminas, como las que incluyen los complejos, aún no se habían estudiado bien", afirman los investigadores.
Los hombres que tomaron un complejo de vitamina B a altas dosis obtuvieron puntuaciones más altas en las tareas cognitivas, experimentaron menos fatiga mental y se sintieron con más energía. Se vio que las mujeres que tomaron complejos de vitaminas y minerales lograron mayores precisión y velocidad en las tareas múltiples. En los niños entre ocho y catorce años se detectó más precisión en tareas que requerían atención.
Según un estudio realizado en el Reino Unido (el National Diet and Nutrition Survey), prácticamente la totalidad de la población inglesa muestra carencias (severas) de diferentes vitaminas. Probablemente, lo mismo se pueda decir de los Países Bajos, en los que solo el 25% de la población cumple las directrices del Consejo de Salud en cuanto a frutas y verduras.
"Una falta de vitaminas te hace más susceptible a las enfermedades. Pero una ingesta óptima de vitaminas debe estar muy por encima del límite bajo el cual puedes enfermar. Incluso hay personas que tienen deficiencia de todos los grupos de vitaminas. Además, la gente no suele saber qué vitaminas les faltan. Hay que tomar multivitamínicos para eliminar esta barrera y excluir cualquier posible déficit".
Pero no solo los multivitamínicos conforman una suplementación básica. En un estudio publicado en Biological Psychology, los mismos investigadores estudiaron los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y cómo influyen en la capacidad de rendimiento cognitivo. En él se vio que la suplementación diaria en adultos con entre 1 y 2 gramos de aceite de pescado con DHA en principio no mejoraba la capacidad de rendimiento cognitivo.
No obstante, en los escáneres cerebrales se reveló que la suplementación diaria con aceite de pescado sí que marca una diferencia en el cerebro. Se comprobó que el consumo de aceite de pescado estaba asociado a un mejor suministro sanguíneo al cerebro durante la realización de tareas cognitivas.
"Con estos resultados, se acumulan las pruebas de que el DHA en la dieta tiene una influencia fisiológica en la función cerebral. Este hecho tiene implicaciones a la hora de envejecer con salud y controlar la demencia", concluyeron los investigadores.