S-Adenosilmetionina (SAMe)

  • La S-adenosilmetionina (SAMe) es una sustancia natural producida a partir del aminoácido que contiene azufre L-metionina y trifosfato de adenosina (ATP). La enzima SAMe sintetasa cataliza la conexión entre la adenosina, derivada del ATP, y el aminoácido metionina. La SAMe a veces se conoce como metionina activada. La SAMe desempeña un papel clave en más de 100 reacciones bioquímicas en casi todas las células del cuerpo (Chiang, 1996, Janicak, 1988, Bottiglieri, 2002).

    La SAMe es una fuente de grupos de azufre y metilo. Tras la donación de un grupo de metilo, la SAMe consumida puede reutilizarse en el ciclo de la homocisteína/S-adenosilmetionina. Este ciclo se reutiliza con ayuda de las enzimas SAMe y garantiza que haya suficientes grupos de metilo para la metilación del ADN, entre otras cosas. El ciclo depende de la presencia de ácido fólico y vitamina B12.

    Los grupos de metilo que puede donar la SAMe son importantes en un gran número de procesos metabólicos, incluida la conversión y/o producción de hormonas, neurotransmisores, ácidos nucleicos, proteínas y fosfolípidos (Hyland, 1994, Friedel, 1989). Además, la SAMe es un precursor del glutatión, un importante antioxidante que se encuentra sobre todo en el hígado y en los glóbulos rojos (Loguercio, 1994).

    Un individuo adulto sano produce a diario varios gramos de SAMe a partir de la descomposición del aminoácido metionina presente en las proteínas. La capacidad para producir SAMe disminuye a medida que los humanos envejecen y en caso de enfermedad. Por consiguiente, las reacciones de metilación pueden volverse menos eficaces. Se encuentran valores reducidos de SAMe en varios trastornos, como las enfermedades del hígado, la depresión o el alzheimer (Hao, 2016, Morrison, 1996, Lu, 2012).

  • Metilación

    La SAMe funciona como un cofactor donante de metilo en las enzimas que desempeñan un papel en la producción de neurotransmisores (serotonina, adrenalina, noradrenalina, dopamina), diversas proteínas, hormonas, como la melatonina, y fosfolípidos (fosfatidilcolina, fosfatidilserina). La metilación del ADN regula la activación e inactivación de los genes, estimulando o inhibiendo la producción de proteínas especializadas.

    Transulfuración

    La SAMe es un precursor de los aminoácidos sulfurosos cisteína y taurina, así como del glutatión tripéptido, un antioxidante muy importante, especialmente en el hígado. La SAMe se convierte primero en S-adenosil homocisteína y luego en cisteína, glutatión y taurina.

    Poliaminas

    La SAMe y la arginina catalizan la producción de diversas sustancias importantes para el crecimiento y la diferenciación celular, como la espermina, la espermidina y la putrescina. Las poliaminas se unen al ADN y regulan la expresión de los genes. Aumentan la fluidez (flexibilidad) de las membranas celulares y reparan el ADN. La flexibilidad de las membranas celulares también está parcialmente regulada por la fosfatidilcolina, una sustancia muy importante para las membranas celulares que surge cuando los grupos de metilo se transfieren de la SAMe a ciertos fosfolípidos. La fosfatidilcolina contribuye a la flexibilidad de las membranas celulares, permitiendo que los receptores de la membrana celular permanezcan accesibles y que las proteínas de transporte, que pueden transportar sustancias a través de la membrana, sigan funcionando correctamente. De esta manera, la membrana celular puede seguir transmitiendo señales a través de receptores en la membrana (Bottiglieri, 2002, Lu, 2012).

  • No existen fuentes de energía de SAMe. La producción corporal de SAMe depende de la presencia de metionina y de los cofactores vitamina B12 y ácido fólico.

    La metionina, un aminoácido sulfúrico esencial, se encuentra en el pescado (salmón y gambas), la carne y las verduras (brócoli, guisantes verdes, coles de Bruselas, espinacas), el huevo, el pan integral y el arroz.

    La metionina es un aminoácido apolar (hidrofóbico) que contiene azufre y que puede ser utilizado por el cuerpo para producir proteínas y otras biomoléculas, incluyendo el antioxidante glutatión y la SAMe. La SAMe influye en los cambios en la expresión del ADN, entre otros. La metionina también puede convertirse en homocisteína, un intermediario en el metabolismo de la SAM y los aminoácidos. La escasez de cofactores lleva a la hiperhomocisteinemia asociada a enfermedades cardiovasculares (Ganguly, 2015, Blom, 2011).

    Además de la metionina, las deficiencias de vitamina B12, ácido fólico y vitamina B6 provocan una disminución de la producción de SAMe. Estas vitaminas B desempeñan un papel crucial en el ciclo de metilación.

    Las fuentes nutricionales de la vitamina B12 son principalmente productos animales como la carne, el pescado, los productos lácteos y los huevos.

    El ácido fólico se encuentra en las verduras de hoja verde como las espinacas, la col rizada, la rúcula y la lechuga. El brócoli, la fruta y los productos integrales también son fuentes ricas en ácido fólico. Esta vitamina B se encuentra en menor medida en la carne y los productos lácteos.

  • Absorción

    Los experimentos con animales muestran que la SAMe se absorbe en una parte del intestino delgado, el duodeno. El grado de absorción y de biodisponibilidad varían entre las distintas formas de administración. La ingesta oral de SAMe en dosis crecientes (400 mg, 600 mg, 1000 mg) lleva a un aumento de los niveles de plasma (Bottiglieri, 1997).

    Es mejor tomar la SAMe con el estómago vacío de 30 a 60 minutos antes de las comidas o dos horas después de estas (Galicia, 2016). La concentración máxima en plasma se alcanza de 3 a 5 horas después cuando se ingieren por vía oral comprimidos de SAMe resistentes al ácido gástrico (400 a 1000 mg) (Najm, 2004).

    Los estudios con trazadores con etiquetado radiactivo muestran que la SAMe ingerida por vía oral se transforma gradualmente, añadiendo grupos aminopropilos de metilo, azufre y nitrógeno a los aminoácidos y fosfolípidos, entre otros. Una única ingesta oral de 100 mg de SAMe todavía se puede rastrear pasados 5 días (Giulidori, 1998).

    Distribución

    Varios estudios clínicos indican que la SAMe no solo termina en el plasma sanguíneo, sino también en el cerebro y en el líquido sinovial. La SAMe no parece unirse significativamente a las proteínas plasmáticas (Stramentinoli, 1987).

    Metabolismo

    La ingesta oral de SAMe durante 6 semanas lleva a un aumento de la SAMe y de la homocisteína S-adenosil (Mischoulon, 2012).

    Después de donar un grupo de metilo, la SAMe se convierte en homocisteína por medio de la S-adenosil homocisteína. La SAM puede formarse a partir de la homocisteína. La homocisteína se convierte primero en metionina, porque obtiene un grupo de metilo de un compuesto derivado del ácido fólico: el 5-metiltetrahidrofolato (5-MTHF). La vitamina B12 actúa como un cofactor. Por tanto, una deficiencia funcional de ácido fólico o de vitamina B12 provoca un aumento de los niveles de homocisteína.

    Excreción

    La SAMe se excreta a través de la orina y las heces (Friedel, 1989). Después de la ingesta oral, entre el 34 % y el 40 % de la dosis se excreta en la orina. La vida media es de unos 80 minutos con una dosis de 100 mg (Giulidori, 1984).

  • Estado de la SAMe

    Son varios los condicionantes que pueden contribuir al aumento de las necesidades de SAMe, por ejemplo, debido a la reducción de la producción bioquímica, al aumento de la conversión y/o al consumo. El estado de la SAMe puede medirse en el plasma o suero de la sangre y a veces en el fluido cerebral. Sin embargo, las mediciones son poco habituales en las pruebas de laboratorio estándar. Se investigan y optimizan las pruebas diagnósticas para la S-adenosilmetionina y la S-adenosilhomocisteína (Struys, 2000, Stabler, 2004)

    Los signos clínicos de la deficiencia de SAMe pueden producirse sin que varíen los valores de laboratorio. La SAMe tiene una gran importancia en la producción de biomoléculas (neurotransmisores, fosfolípidos, desoxirribonucleótidos, ribonucleótidos, creatina, carnitina) que están ampliamente presentes en numerosas células del cuerpo. A menudo la producción y la biodisponibilidad endógena (del propio cuerpo) de la SAMe no es óptima, y en algunos trastornos incluso se han señalado deficiencias. Aunque la SAMe es una forma bioactiva de la L-metionina, la suplementación con L-metionina exclusivamente es insuficiente para estimular la producción de SAMe.

    Grupos de riesgo

    Una dieta poco saludable caracterizada por una alta ingesta de alimentos procesados y, por tanto, una ingesta pobre en nutrientes como los aminoácidos y las vitaminas B (especialmente B6, B12 y ácido fólico), un consumo excesivo de alcohol y trastornos del sistema digestivo (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn) pueden desembocar en una deficiencia de SAMe.

    La homeostasis general disminuye con la edad. Esto afecta la digestión, absorción, procesamiento y eliminación de nutrientes. Además, la producción de moléculas complejas disminuye, así como la eficiencia de los procesos de conversión. Los procesos de metilación alterados están asociados con procesos de envejecimiento. La SAMe puede desempeñar un papel importante en la prevención de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Además, la producción de moléculas complejas disminuye, así como la eficiencia de los procesos de conversión.

    Otros grupos de riesgo con posible deficiencia de SAMe son las mujeres embarazadas, individuos con trastornos alimentarios y fumadores.

  • La SAMe como complemento alimenticio se obtiene de cultivos de células de levadura. Durante la fermentación, solo se elabora la forma S,S utilizable de SAMe. El isómero R,S tiene otra configuración espacial reflejada. Esta segunda forma es ineficaz en el cuerpo humano. En la producción y el almacenamiento, es inevitable que alrededor del 20% de la forma S,S se convierta en la forma R,S. Así, surge un equilibrio.

    Además, es importante que la SAMe esté estabilizada. La SAMe sin protección (cristalina) es muy sensible al calor y la humedad y pierde rápidamente su efecto (Hoogland, 2007). Para estabilizar la SAMe, se agrega un grupo tosilo y sulfato para evitar su isomerización y descomposición.

    Además de la forma oral de la SAMe, también se han utilizado en estudios clínicos las formas intravenosa e intramuscular. 

  • La forma oral de la SAMe se puede administrar en ciertas formas de depresión, desgaste del cartílago (osteoartritis), bursitis, tendinitis, enfermedad hepática y enfermedad cardiovascular.

    Además de la forma oral de la SAMe, en estudios clínicos, a veces también se utilizan formas de dosificación intravenosa e intramuscular.

    La SAMe por vía intravenosa se ha estudiado en casos de osteoartritis, depresión, mielopatía relacionada con el sida, fibromialgia y enfermedades hepáticas, entre otras. Se han utilizado aplicaciones intramusculares en la depresión, la fibromialgia y la enfermedad de Alzheimer, aunque se carece de evidencia de efectividad para esta última.

    Actualmente, no hay pruebas suficientes para el uso de la SAMe en el TDAH y/o afecciones psiquiátricas como la esquizofrenia.

    Osteoartritis

    La SAMe es eficaz en el tratamiento del desgaste cartilaginoso. Los estudios in vitro han demostrado que los suplementos con SAMe pueden aumentar la concentración de proteoglicanos, importantes componentes cartilaginosos. (Harmand 1997, Gutierrez, 1997). La SAMe puede reducir el dolor y los procesos inflamatorios y mejorar las funciones del movimiento. Algunos estudios clínicos muestran que la SAMe oral es tan eficaz como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno y el medicamento antiinflamatorio COX-2 Celebrex. Aunque el procesamiento de la SAMe toma más tiempo que la medicación, no tiene efectos secundarios significativos. Esto sí ocurre cuando se utilizan AINE (Di Padova 1987, Hardy 2003, Berger, 1987, Glorioso, 2002, Najm 2004, De Silva 2011, Kim 2009)

    Depresión

    La SAMe tiene un papel importante en el sistema nervioso central. La SAMe se requiere indirectamente para la producción de la vaina de mielina que recubre los nervios, así como la producción de algunos neurotransmisores y fosfolípidos. Además, SAMe mejora la unión de los neurotransmisores a sus receptores (Bell 1994).

    Los niveles de SAMe a menudo son más bajos en pacientes con sentimientos de depresión. Varios estudios generales (revisión sistemática, metanálisis), que comparan los estudios clínicos entre sí, muestran que la SAMe es al menos tan eficaz o más eficaz que los antidepresivos tricíclicos. Además, la SAMe funciona más rápido y no está asociada con los efectos secundarios conocidos de muchos antidepresivos. Los pacientes con depresión endógena, depresión sin causa externa aparente, responden bien a SAMe. Además, también hay estudios en los que se utilizan varios métodos de tratamiento complementarios.

    La Red Canadiense de Tratamientos del Estado de Ánimo y la Ansiedad (CANMAT) respalda la suplementación con SAMe, así como los ácidos grasos omega-3, la hierba de San Juan y el yoga como agentes efectivos en el tratamiento de la depresión (Ravindran 2016). Combinar la SAMe con la betaína combate los síntomas depresivos mejor que los suplementos que solo contienen SAMe. Un estudio italiano en 46 pacientes con depresión leve a moderada halló que se beneficiaron poco de los antidepresivos farmacéuticos. Un segundo estudio realizado por el mismo grupo de investigación también observó que la combinación funciona incluso mejor que la amitriptilina (75 mg/d) (Di Pierro, 2015)

    Algunos estudios indican que el uso de betabloqueadores en enfermedades cardiovasculares puede provocar depresión. La depresión puede ser un efecto secundario del uso de estos bloqueadores, entre otras cosas porque los betabloqueadores también bloquean los receptores beta en la glándula pineal. Aquí, la estimulación por norepinefrina contribuye a la conversión de serotonina en melatonina (Yudofsky, 1992). La SAMe alcanza su punto máximo durante el día y dona el grupo metilo necesario para la producción de la hormona del sueño melatonina, que aumenta después del atardecer. La consecuencia de la supresión de la producción de melatonina durante la noche por los betabloqueadores puede provocar alteraciones del sueño, fatiga y, finalmente, depresión (Luo, 2019). La SAMe también podría utilizarse de manera efectiva en quienes usan betabloqueantes regularmente.

    Cabe señalar que se requieren nuevos estudios sobre la SAMe y la depresión ya que muchos estudios siguen a un número limitado de pacientes durante un período de tratamiento corto (Ried 1998).

    Trastornos hepáticos

    La SAMe se produce y se utiliza principalmente en el hígado (Cantoni, 1952). La SAMe estimula la producción de glutatión, el campeón del cuerpo en la lucha contra los radicales libres, a través de reacciones de trans-sulfuración. Este antioxidante del cuerpo juega un papel en la desintoxicación del hígado (Bottiglieri 2002). Los suplementos con SAMe contribuyen a niveles favorables de glutatión y, por lo tanto, pueden usarse en el tratamiento de diversas enfermedades hepáticas, como la cirrosis hepática y la hepatitis (Arteel, 2004). Los niveles de glutatión en el hígado y en los glóbulos rojos aumentan después de la ingesta oral de SAMe (Loguercio, 1994). Las investigaciones muestran que la homeostasis estable de SAMe, el proceso mediante el cual los organismos equilibran el entorno interno de procesos químicos y físicos, a pesar de cambios en el entorno en el que reside el organismo, favorece la función hepática en casos de hepatitis, cirrosis hepática y daño hepático por sustancias químicas, incluidos medicamentos y productos de degradación de nutrientes (Frezza, 1990 Su 2013, Mato 2013, Hardy 2003).

    Colestasia intrahepática

    Los suplementos orales con SAMe pueden ayudar en el tratamiento de la colestasia intrahepática que puede ocurrir a causa de una enfermedad hepática aguda y crónica y/o embarazo. Esto puede incluir: anomalías congénitas de las vías biliares, tumores del hígado, vías biliares o páncreas, hepatitis, cálculos biliares. Algunos estudios clínicos han demostrado que el uso a corto plazo de SAMe es eficaz para reducir el prurito, la fatiga y normalizar las concentraciones de fosfatasa alcalina y bilirrubina en pacientes con colestasia intrahepática. Además, en comparación con los beta-miméticos, se ha demostrado que la SAMe reduce el número de partos prematuros en mujeres embarazadas y reduce la colestasia (Binder 2006, Frezza 1993).

    Enfermedades cardiovasculares

    Los niveles reducidos de SAMe en plasma sanguíneo han sido asociados con enfermedades cardiovasculares (Loeher 1996, Obeid 2009). La administración de SAMe a seres humanos sanos muestra efectos beneficiosos sobre el 5-metiltetrahidrofolato, que juega un papel esencial en el metabolismo de la homocisteína. Por tanto, los suplementos con SAMe pueden utilizarse para reducir los niveles elevados de homocisteína (Loehrer 1997). Algunas investigaciones sugieren que una cantidad adecuada de SAMe intracelular promueve la remetilación y trans-sulfatación de la homocisteína (Lieber, 2002). Sin embargo, los niveles elevados de homocisteína se pueden tratar con suplementos de vitaminas B6, vitamina B12 y ácido fólico.

    Síndrome de fibromialgia (FMS)

    Algunos pacientes con fibromialgia pueden beneficiarse del uso de SAMe. Los estudios sugieren que la SAMe es eficaz para aliviar algunos síntomas de FMS, como el dolor y la rigidez matutina, reducir el número de puntos de dolor y aliviar los trastornos del estado de ánimo, los sentimientos de abatimiento y los síntomas de depresión (Sarac 2006). Otros estudios indican que la SAMe puede aliviar el dolor y los síntomas de fatiga y mejorar el sueño (Vijitha 2010, Porter 2010). Las investigaciones clínicas muestran que la SAMe puede reducir los síntomas en comparación con un placebo o la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) (Tavoni 1987, Jacobsen 1991, Di Benedetto 1993). Se está estudiando la eficacia de la SAMe en pacientes con fibromialgia y fatiga crónica.

  • Se recomienda precaución en pacientes con trastorno bipolar. Estas personas pueden entrar en una fase maníaca a causa del uso de SAMe. Esto también puede ocurrir con el uso de antidepresivos comunes. Las características típicas son una alegría enfermiza que coincide con una fuerte desinhibición en el funcionamiento psicológico. Esta condición es reversible y desaparecerá después de suspender los suplementos con SAMe.

    No solo la administración oral, sino también las inyecciones de SAMe pueden provocar hipomanía o manía en pacientes con trastorno bipolar (Friedel 1989, Nelson 2010). Por lo tanto, no se recomienda el uso de SAMe en pacientes con trastorno bipolar. Además, los pacientes a los que nunca se les ha diagnosticado manía o trastorno bipolar también pueden desarrollar un estado maníaco después de usar SAMe (Berigan, 2002).

  • Para construir una suplementación efectiva de SAMe, se requiere una dosis inicial más alta. Con el tiempo, aumente gradualmente la dosis a 800-1200 mg por día. El incremento de las dosis previene las náuseas y los trastornos gastrointestinales. Después de unas semanas de mantener la dosis inicial alta, puede pasar a la dosis de mantenimiento. Para la mayoría de los tratamientos, es suficiente una dosis de mantenimiento de 200 a 600 mg de SAMe activa por día.

    Dosis terapéuticas

    En tratamientos específicos, las dosis funcionales más altas pueden tener valor terapéutico. A continuación se muestran una serie de dosis utilizadas en la investigación científica.

    Una dosis eficaz para el tratamiento de la depresión es de 800-1600 mg de SAMe activa por día. La dosis se puede reducir eventualmente a la mitad cuando se usa un agente sublingual (absorción a través de la mucosa oral) (Friedel 1989, Papakostas 2010.

    Una dosis eficaz en el tratamiento de la osteoartritis es de 200 mg de SAMe activa tres veces al día (Bradley 1994, Najm, 2004). En la administración sublingual, la mitad es suficiente.

    La dosis para reducir la colestasia asociada con enfermedades hepáticas es de 1200 a 1600 mg de SAMe activa por día durante 24 meses (Almasio, 1990, Friedel 1989, Frezza 1990).

    Para la fibromialgia, la dosis recomendada es de 800 mg por día. En la administración sublingual, 400 a 500 mg son suficientes (Jacobsen 1991). La administración de 400 mg de SAMe una vez al día durante 15 días reduce significativamente el dolor de los puntos sensibles conocidos, así como los sentimientos depresivos en la fibromialgia (Tavoni 1998).

  • El uso oral, intravenoso e intramuscular de SAMe en las dosis indicadas es seguro. No se ha reportado ningún caso de toxicidad. Esto deriva de los estudios clínicos en un grupo de 22000 pacientes y una duración del estudio que varía desde unos pocos días hasta dos años (Almasio 1990, Friedel 1989, Hyland 1994, Goren 2004, Rambaldi 2006, Papakostas 2010).

    El uso en niños también es seguro. En este grupo se utilizaron dosis de 75 mg a 1400 mg por día (hepatitis, colestasia y molestias abdominales) durante un período máximo de 30 días. Aquí se encontró que la SAMe era segura (Zhu 2010, Choi 2013)

    Se dispone de datos insuficientes sobre el uso durante el embarazo y la lactancia. Se halló que la administración intravenosa de 800 mg de SAMe durante 14 a 20 días en la colestasia intrahepática durante el tercer trimestre del embarazo no tiene efectos sobre el feto (Almasio 1990, Friedel 1989, Frezza 1990). No se han realizado estudios durante el período de lactancia. Las mujeres embarazadas o en período de lactancia que deseen utilizar SAMe deben consultar a un médico.

    Los suplementos con SAMe puede considerarse seguros. En los suplementos alimenticios, la cantidad permitida está legalmente limitada a un máximo de 1600 mg por día.

  • En general, las diferentes dosis de SAMe se toleran bien. El uso prolongado de dosis muy altas (1600 mg) puede provocar efectos secundarios. Los síntomas son dolor de cabeza, náuseas, diarrea o estreñimiento y sequedad en la boca (Friedel 1989, Goren 2004, Rambaldi 2006, Ravindran 2009).

  • La SAMe puede interactuar con algunos medicamentos, suplementos y hierbas.

    Antidepresivos

    Se debe evitar la SAMe en combinación con medicamentos que aumenten los niveles de serotonina. Esto puede provocar temblores, palpitaciones y diarrea (Iruela 1993, Berlanga 1992). Este efecto también puede ocurrir con el uso de otros tipos de antidepresivos, pero no se espera con antidepresivos tricíclicos y no tricíclicos, como fluoxetina paroxetina, sertralina, amitriptilina, clomipramina y otros fármacos relacionados (Berlanga 1992). El uso de imipramina en combinación con SAMe acelera la acción de la imipramina (Friedel 1989, Berlanga 1992).

    También se producen efectos potenciadores cuando se usa SAMe en combinación con fármacos con acción serotoninérgica, como dextrometorfano, demerol y tramadol, entre otros. Estas combinaciones pueden aumentar el riesgo de síndrome serotoninérgico (Iruela, 1993).

    Los inhibidores de MAO en combinación con SAMe pueden producir efectos secundarios como hipertensión arterial, agitación y confusión (Hyland, 1994, Gaster 1999).

    Levodopa (L-dopa)

    La SAMe interfiere con la L-dopa. La SAMe metila la L-dopa, que puede tener efectos sobre la medicación para los pacientes con Parkinson, como la meperidina (Charlton 1992). La SAMe puede disminuir la eficacia de la levodopa en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.

    Vitamina B6, B12 y ácido fólico

    En los procesos de metilación, la SAMe trabaja muy de cerca con el ácido fólico, la vitamina B12 y la vitamina B6. Por tanto, es necesario tomar SAMe-400 Complex junto con vitamina B6. La vitamina B6 también evita la acumulación de la homocisteína (un producto de degradación de SAMe).

    Bioquímicamente, la SAMe puede potenciar los efectos de agentes que también aumentan los niveles de serotonina como el 5-hidroxitriptófano, el triptófano y la hierba de San Juan (Iruela 1993, Berlanga 1992).

  • La SAMe necesita sinergistas, que se encuentran en un buen suplemento multivitamínico. Además, se recomienda tomar al menos dos gramos de vitamina C y una dosis de mantenimiento de aceite omega-3 bebible por día.

    Para un ciclo de metilación que funcione correctamente, es importante complementar con suficientes vitaminas B12, B6 y ácido fólico. Tanto la vitamina B12 como el ácido fólico juegan un papel en la conversión de homocisteína en metionina. La vitamina B6 es importante para la formación de cisteína a partir de homocisteína. La cisteína puede convertirse eventualmente en glutatión. Sin estos importantes cofactores, la homocisteína se acumularía en la sangre, hiperhomocisteinemia, provocando daño tisular, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, trombosis y accidente cerebrovascular, entre otras cosas.

    Si se usa SAMe para ayudar al hígado, se puede complementar con Curcuma longa y Silybum marianum. Tanto la Curcuma como el Silybum tienen una función hepatoprotectora.

    Si se usa SAMe para en la osteoartritis, el MSM y el compuesto de formación de cartílago glucosamina se pueden utilizar como apoyo.

    L La SAMe es una de las materias primas necesarias para el glutatión.

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