Las bacterias intestinales pueden combatir la depresión

domingo 4-septiembre-2022

Cuando uno no disfruta de una buena salud intestinal por llevar un estilo de vida poco saludable, esto puede conducir a la depresión. A través del eje intestino-cerebro y de la reducción de la inflamación, los probióticos pueden ayudar en la mejora de la salud mental. Según unos investigadores de Dinamarca, un probiótico de amplio espectro puede ayudar a prevenir este tipo de depresión.

La batalla entre la microbiota buena y la mala

En el tracto intestinal viven alrededor de 100 billones de microorganismos. En un tracto intestinal saludable existe un entorno en el que la mayoría de las cepas bacterianas patógenas no se sienten a sus anchas. Ahora bien, el contenido intestinal también puede contener patógenos y sustancias tóxicas [1].

Los organismos probióticos luchan contra los patógenos por conseguir un lugar de adhesión a la pared intestinal y alimentos. Para ello, forman bacteriocinas y ácidos grasos de cadena corta. Estos últimos nutren el epitelio intestinal, con lo que crean una fuerte barrera contra los patógenos. Por otro lado, estos ácidos grasos reducen el pH, lo que hace expulsar a los patógenos [1].

 

La disbiosis puede provocar psicopatologías

Por su parte, bajo la influencia de factores externos, como llevar una mala alimentación, el equilibrio puede alterarse y provocar una disbiosis. Debido a sus implicaciones negativas para la salud, a la disbiosis también se la denomina estado patobiómico, término en el que "pato" significa enfermedad o trastorno. [1].

Mediante el eje intestino-cerebro, el microbioma cumple una función importante en la interacción entre el intestino y el cerebro. Los patógenos del intestino también pueden entrar en el torrente sanguíneo y provocar una inflamación. A través del eje intestino-cerebro y la inflamación, un estado patobiómico puede dar lugar a diversas psicopatologías, entre las que se incluye la depresión. Este es probablemente uno de los mecanismos de acción propios de la depresión [1].

 

El estudio danés sobre los probióticos

Un equipo de investigación danés dividió a ratas en cuatro grupos [2]. Dos grupos de ratas siguieron una dieta alta en grasas y baja en fibras, y uno de los dos grupos recibió también agua con probióticos. Los otros dos grupos de control fueron alimentados con una dieta alta en fibras y baja en grasas, y aquí también se les administró agua con un probiótico a uno de ellos. Tras doce semanas, las ratas fueron sometidas a una prueba de natación forzada. La prueba de natación forzada es una actividad estresante para las ratas y se utiliza como método de investigación de los síntomas depresivos, el comportamiento y la tolerancia al estrés.

Las ratas con la dieta alta en grasas sin probióticos se comportaron de un modo más "deprimido" durante la prueba. Las ratas a las que se les alimentaba con probióticos y llevaban una dieta alta en grasas y baja en fibra mostraron un comportamiento normal. Las que fueron alimentadas con una dieta alta en grasas y fibra sin probióticos desarrollaron comportamientos similares a la depresión. Por lo tanto, en las ratas, el probiótico compensa los efectos de una dieta poco saludable.

Además, se descubrió que las ratas que no recibieron probióticos tenían un mayor recuento de glóbulos blancos en el tejido cerebral, lo que es un signo de inflamación crónica. Los cambios de comportamiento pueden ser consecuencia de la inflamación crónica [2].

 

Los probióticos ayudan al sistema inmunitario

Alrededor del 80 por ciento del sistema inmunitario tiene su origen en el intestino. Los microorganismos probióticos mejoran la respuesta inmunitaria tanto celular como humoral. La artritis, las úlceras de estómago, las reacciones alérgicas y la inflamación crónica del intestino pueden reducirse gracias a la reparación del intestino hiperpermeable y a la optimización del microbioma intestinal. El efecto antiinflamatorio de los probióticos no se limita al tracto intestinal, sino que también afecta a afecciones de la piel como el acné, la psoriasis y el eczema [1]. Obtenga más información en el libro electrónico de Natura Foundation "La buena salud comienza en el intestino". 

Conocimientos en la práctica

Según el estudio danés con ratas, parece que la dieta puede influir en la composición del microbioma y en la capacidad metabólica. El desequilibrio creado por el consumo de una dieta occidental alta en grasas y baja en fibras puede provocar trastornos depresivos. Los probióticos pueden ayudar a remediar este desequilibrio, mejorando la salud mental y metabólica. Por tanto, los investigadores consideran que es posible que las personas que sufren depresión puedan beneficiarse de la toma de suplementos probióticos.


Fuentes

1.            Natura Foundation. Probiotica [Internet]. Probiotica monografie. 2021 [geciteerd 5 mei 2021]. Beschikbaar op: https://www.naturafoundation.nl/kenniscentrum/monografie/47/probiotica

2.            Abildgaard A, Elfving B, Hokland M, Lund S, Wegener G. Probiotic treatment protects against the pro-depressant-like effect of high-fat diet in Flinders Sensitive Line rats. Brain Behav Immun. oktober 2017;65:33–42.