Remedios caseros de la abuela para prevenir y curar

jueves 12-noviembre-2020



Ya nos encontramos de nuevo en esa época del año: la temporada de los resfriados. Nunca antes habíamos intentado tanto prevenir un resfriado, porque ahora por cada nariz mocosa saltan todas las alarmas. Todo el mundo recurre a los remedios caseros para mejorar el sistema inmunitario. Para ello, tratamos de aferrarnos a lo natural lo máximo posible. Hemos pedimos consejo a nuestras abuelas: ¿qué es lo que usan para hacer frente a los virus? ¿Y por qué estos remedios caseros funcionan? Enumeramos 8 interesantes remedios caseros antiguos para prevenir resfriados o hacer frente de forma rápida cuando aparecen los primeros síntomas. Estos métodos son seguros y sirven tanto para la prevención como para la cura.

1.            Caldo de pollo

El caldo hecho de pollo, incluyendo los huesos, complementado con vegetales como zanahorias y apio, es un remedio centenario contra los resfriados. Recientes investigaciones demuestran que el caldo de pollo contiene diferentes propiedades antiinflamatorias. Por ejemplo, el caldo de pollo inhibe significativamente la entrada de neutrófilos en el tejido donde se ha producido la infección, como ocurre en las vías respiratorias superiores en el caso de un resfriado. Esto hace que la infección sea menos severa. [1] También se ha demostrado que el caldo de hueso de pollo contiene ciertas micro y nanopartículas que son absorbidas por los macrófagos en nuestra boca. Por lo tanto, estos macrófagos se vuelven mucho más eficientes en la lucha contra las infecciones virales y bacterianas. [2]

2.            Aceite de hígado de bacalao

En el norte de Europa, la población ha estado usando aceite de hígado de bacalao durante siglos para protegerse del frío. Este remedio tampoco es un mito. El aceite de hígado de bacalao contiene la combinación dorada de vitamina A, vitamina D y ácidos grasos omega-3. Estos 3 componentes son esenciales para el buen funcionamiento del sistema inmunitario [3]. Un estudio realizado en 1989 demostró que el aceite de hígado de bacalao tiene un efecto antiinflamatorio porque, al igual que el caldo de pollo, inhibe la infiltración de neutrófilos y monocitos en el tejido inflamado [4]. Afortunadamente para nosotros y nuestros hijos, el aceite de hígado de bacalao ya no hay que tomarlo con cuchara, ya que tenemos cápsulas prácticas a nuestra disposición. Asegúrese siempre de que el aceite de hígado de bacalao purificado disponga del sello MSC para saber que es aceite extraído de forma sostenible.

3.            Equinácea

La equinácea es una planta que se encuentra principalmente en América del Norte, de la cual la equinácea purpúrea, conocida también como "sombrero rojo del sol", es la más conocida. La equinácea purpúrea se suele utilizar en caso de infección de las vías respiratorias superiores. Se suele dar sobre todo a los niños. La equinácea purpúrea tiene un efecto que previene infecciones virales y es, por lo tanto, ideal para tomar durante el invierno. Esto contribuye a una reacción adecuada y eficiente del sistema inmunitario en el caso de entrar en contacto con un virus [5,6].

Actualmente existe una importante hipótesis de que la equinácea purpúrea tendría incluso un efecto preventivo contra el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) [7]. Los estudios realizados al respecto ya han demostrado que la equinácea purpúrea puede neutralizar al SARS-CoV-2 [8].

4.            Baya de saúco

El jarabe de baya de saúco es un remedio típico de nuestras abuelas para prevenir o curar los resfriados de forma más rápida. El nombre en latín para la baya de saúco es "sambucus", del cual el "sambucus nigra" es el más conocido de todos. El extracto de baya de saúco tiene múltiples propiedades antivirales y antibacterianas, en parte debido a la alta concentración de antocianinas que contiene. El "sambucus nigra" puede utilizarse para aliviar los síntomas de un resfriado o gripe previamente existentes y para acortar la duración de los síntomas [10]. El "sambucus nigra" es seguro para tomar y no tiene contraindicaciones.

5.            Vinagre de manzana

Este remedio no es que sea el remedio más sabroso, pero es efectivo. El vinagre de manzana tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antimicóticas. El vinagre de manzana ha demostrado ser efectivo contra las infecciones por E.Coli, Staphylococcus Aureus y por el hongo Candida Albicans [11]. Todavía se está investigando en qué medida el vinagre de manzana es también eficaz contra los virus [12]. Por lo tanto, el vinagre de manzana se utiliza mejor en caso de infecciones bacterianas o fúngicas, aunque también es conocido por su gran efecto antioxidante.

6.            Té caliente de hierbas con miel

Para aliviar ese molesto dolor de garganta o esa tos provocada por resfriados, gripe o infecciones de las vías respiratorias superiores, solemos recurrir a las bebidas calientes. ¡Las investigaciones demuestran que estamos en lo cierto! Las bebidas calientes pueden hacer que la mucosidad de las cavidades nasales y faríngeas se desprenda más fácilmente para así evitar la conocida congestión nasal [13]. Piense, por ejemplo, en los tés de hierbas, extraídos de hierbas que tienen una influencia positiva en nuestro sistema inmunitario como el jengibre, la cúrcuma, la manzanilla, la menta y el tomillo. ¿Y por qué un poco de miel? La miel contiene fuertes antioxidantes en forma de polifenoles. Estos protegen contra el daño excesivo en caso de una infección. La miel también funciona como antiinflamatorio [14].

Consejo: combine el té hecho de tomillo fresco con miel de manuka para obtener mejores resultados. Este té se puede utilizar de forma preventiva o ante los primeros síntomas de un resfriado, una gripe u otras infecciones respiratorias.

7.            Ajo

El ajo o "allium sativum", es una de las plantas medicinales más utilizadas en el mundo que forma parte de la familia de la cebolla. Ha quedado demostrado que el uso diario de ajo en la cocina es un remedio preventivo contra las infecciones bacterianas y virales. Además, el ajo puede utilizarse para inhibir la inflamación en caso de infección. El ajo inhibe el factor de transcripción proinflamatorio NFkB. El ajo es uno de los mejores inmunomoduladores con propiedades antivirales, antibacterianas, antimicóticas y antioxidantes que existen [15]. ¿Comer ajo se te hace incómodo o indeseable? Un extracto estandarizado de "allium sativum" puede ser tu solución.

8.            Descansar y dormir

La mejor solución contra las infecciones es dormir y descansar lo suficiente. Todos llevamos vidas ajetreadas que a menudo llegan a perturbar nuestro sueño. Las escasas horas de sueño, así como un sueño de poca calidad, hacen que nuestro sistema inmunitario no sea lo suficientemente capaz de eliminar todos los patógenos y reparar los daños durante la noche. Inevitablemente, esto conduce a estar bajo en defensas y a una mayor susceptibilidad a las infecciones. Procura tener al menos 8 horas de sueño por noche y mantener un ritmo regular para disponer de unas defensas óptimas. La abuela tenía razón todo el tiempo, nuestro sueño y nuestro sistema inmunitario son inseparables [16].

Conocimiento a través de la práctica

La moraleja de nuestra historia es la siguiente: la sabiduría de la abuela y nuestra naturaleza nos ofrecen muchas posibilidades para ayudar a sus pacientes a mejorar sus defensas. Con la ayuda de los alimentos (caldo de pollo, suficiente pescado graso, jarabe de bayas de saúco, vinagre de manzana, té de hierbas con miel, ajo), el estilo de vida (dormir y descansar lo suficiente) y posiblemente suplementos de apoyo (aceite de hígado de bacalao, equinácea purpúrea, sambucus nigra, allium sativum) sus pacientes podrán superar la temporada de resfriados.