La falta de vitamina D conlleva un mayor riesgo de diabetes

lunes 20-enero-2020

A la diabetes, una enfermedad de la abundancia cada vez más frecuente, se la conoce popularmente como "tener azúcar en la sangre". Un estudio epidemiológico indica que las personas con carencia de vitamina D tienen mayor riesgo de desarrollarla.

 

Los científicos estudiaron durante doce años a más de 900 adultos sanos con una edad media de 74 años. Ninguno de ellos mostraba síntomas de (pre)diabetes al principio del estudio (en el periodo entre 1997 y 1999). Algo propio de un estudio de cohorte como este es que los participantes sean seguidos a lo largo del tiempo. En este caso, fue hasta el año 2009. Se miraron con regularidad las concentraciones séricas de vitamina D y los niveles de glucosa en plasma en ayunas y se hizo el test oral de intolerancia a la glucosa.

 

Nuevos casos con un bajo nivel de vitamina D 

Al cabo del tiempo, se diagnosticó diabetes en 47 personas. También hubo 337 nuevos casos de prediabetes, en los que la glucemia era considerablemente más alta de lo normal, pero no lo suficiente como para indicar una diabetes tipo 2. En cuanto a lo que es una concentración sana de vitamina D, los investigadores manejaban un mínimo de 30 nanogramos por mililitro (30 ng/ml) de 25-hidroxivitamina D. Esta es la forma no activa (calcifediol), que sirve como reserva de la forma activa 1,25-dihidroxivitamina D (calcitriol). Para saber si alguien tiene suficiente vitamina D, generalmente se mide la forma no activa.

 

La cantidad mínima mencionada de 30 ng/ml está 10 ng/ml por encima del nivel recomendado por el grupo de asesoramiento nacional norteamericano sobre temas de salud (el Institute of Medicine). Sin embargo, muchos expertos abogan por unas concentraciones séricas mayores de vitamina D, que más bien rondan los 50 ng/ml. Una cuestión sobre la que aún no se han puesto de acuerdo los entendidos.

 

Alto nivel de vitamina D y menos diabetes 

Lo llamativo fue que las mayores concentraciones séricas de 25-hidroxivitamina D se asociaron a un menor riesgo de aparición de diabetes. Según los investigadores, una concentración sérica de esta sustancia de menos de 30 ng/ml se considera carencia de vitamina D. Estas personas, tal como descubrieron los investigadores, tenían un riesgo de desarrollar diabetes cinco veces mayor que las personas con concentraciones séricas por encima de los 50 ng/ml.

 

Vitamina D y otras patologías 

El investigador principal Garland, que anteriormente había estudiado las relaciones entre la vitamina D y otras enfermedades crónicas como el cáncer, indica que este estudio se basa en hallazgos previos: la falta de vitamina D también aumenta el riesgo de diabetes. Eso no quiere decir que exista una relación causal. Quizá una alta concentración de vitamina D pueda prevenir hasta cierto punto el paso de la prediabetes a la diabetes. Si esta conclusión es correcta o no, es algo que se deberá demostrar en un estudio posterior.

 

En los últimos años han aparecido muchas publicaciones acerca de los déficits crónicos de vitamina D entre muchos grupos de población. Los expertos llevan mucho tiempo insistiendo en la importancia para la salud pública de tomar suficiente vitamina D, sobre todo en lo que respecta a la prevención del cáncer (de intestino, mama, pulmón y vejiga), la osteoporosis y las enfermedades autoinmunes.

 

Necesidad de suplementación 

Para alcanzar una concentración sérica de 25-hidroxivitamina D de 30 ng/ml es necesario complementar con entre 3000 y 5000 unidades internacionales (UI) al día. La recomendación actual de cantidad media diaria de vitamina D es de 400 UI para niños de hasta un año; 600 UI para personas entre 1 y 70 años; y 800 UI para personas de más de 70 años, al menos según el National Institute of Health. El consejo de sanidad holandés, el Nederlandse Gezondheidsraad, recomienda cifras similares.

 

Normalmente, la luz del sol es de lejos la fuente de vitamina D más importante para el ser humano. El cuerpo puede fabricar en la piel un compuesto similar al colesterol (7-dehidrocolesterol), es decir, vitamina D3 (colecalciferol), cuando está expuesto a la parte UV-B de la luz solar. En la actualidad, muchas personas viven y trabajan en interiores. Además, sucede que el índice UV, la edad y el color de la piel y la función renal y hepática también influyen en la cantidad de vitamina D que se fabrica. Por tanto, dependiendo del estilo de vida y del uso de cremas solares y/o ropa, se necesita algo de suplementación incluso en los meses de verano.

 

Fuentes 

https://medicalxpress.com/news/2018-04-vitamin-d-deficiency-linked-greater.html

http://naturafoundation.co.uk/monografie/vitamine_D.html

http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0193070

https://www.salk.edu/news-release/boosting-the-effects-of-vitamin-d-to-tackle-diabetes/