La dipeptidil peptidasa 4 (DPP-4) es una enzima endógena que ayuda a descomponer los péptidos opioides (exorfinas). Las exorfinas son péptidos de cadena corta que pueden aparecer en el canal digestivo por una digestión insuficiente del gluten, la caseína y otros alimentos como la espinaca y la soja.
Pertenecen a las sustancias similares a la morfina. Por este motivo, también pueden unirse a receptores del sistema endorfínico y activar así el sistema de recompensa del cerebro, por ejemplo, mediante la producción de dopamina. En individuos sensibles, esto puede tener consecuencias psicológicas negativas, como trastornos en la percepción y comportamiento similar al TDAH.
Cuando hay intestino permeable, las exorfinas pueden llegar al torrente sanguíneo y estimular los receptores de endorfinas del cerebro. El resultado es una reacción de recompensa que es en parte la responsable de que a tus clientes les cueste tanto dejar el pan (exorfinas del gluten) y el queso (exorfinas de la caseína).
La exposición crónica a las exorfinas puede acarrear una endorfinorresistencia y desajustar varios sistemas relacionados con el endorfínico, como el sistema dopamínico, el equilibrio de la insulina, el metabolismo del cortisol, la histamina, el sistema inmune y la desintoxicación (enzimas P450).
Pero las proteasas no pueden descomponer la gliadina del todo, ya que no son capaces de dividir los enlaces de prolina que se hallan en la gliadina procedente del gluten y la caseína. La DPP-4 sí que puede. Tiene la propiedad de partir los enlaces peptídicos que siguen a una prolina en penúltima posición, liberando los dipéptidos que contienen prolina. No obstante, la exopeptidasa DPP-4 no puede romper los enlaces de prolina que estén en medio de una cadena de aminoácidos.
Si un producto de DPP-4 también lleva endopeptidasas, la descomposición de exorfinas es considerablemente más rápida. Así, la prolil-endopeptidasa es capaz de romper los enlaces de prolina que están en medio de una cadena de aminoácidos, y no solo los de los extremos. Dicho de otro modo: la forma más rápida de degradar completamente el gluten no digerido es romper los enlaces de péptidos tanto a nivel interno como externo.
Así pues, un buen preparado de DPP-4 tiene que llevar tanto endopeptidasas (que rompen los enlaces internos) como exopeptidasas (los externos). Ello produce una mejor hidrólisis y una degradación más rápida del gluten, la caseína y otras proteínas que pueden dar lugar a la formación de exorfinas (como las de la soja y la espinaca).
[1] Pruimboom L, de Punder K. The opioid effects of gluten exorphins: asymptomatic celiac disease. J Health Popul Nutr. 2015;33(24).
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