Vínculo entre el sistema inmune y la función cerebral

viernes 30-junio-2017

Las ideas de la PNI clínica cada vez penetran más en la medicina regular. Por ejemplo, un estudio reciente publicado en Nature Communications demuestra que hay una relación entre el sistema inmune en la sangre y la función cerebral.

 

Científicos de la Universidad de Basilea (Suiza) han demostrado en dos estudios independientes que existe un vínculo entre el cerebro y el sistema inmune en la sangre. Los resultados han sido publicados en las revistas científicas especializadas Nature Communications y Nature Human Behaviour.

 

Relación entre el cerebro y el sistema inmune 

El sistema inmune desempeña un papel esencial en el cuerpo, por ejemplo, en la defensa contra intrusos indeseados. Sin embargo, la barrera hematoencefálica se ocupa de que estas células inmunitarias no puedan entrar en el cerebro, ni tampoco patógenos o toxinas.

 

Parece que en el propio cerebro solo hay células inmunitarias específicas del cerebro. Hasta hace poco, la interpretación común de este hecho era que la función cerebral es en gran parte independiente del sistema inmune periférico. Los dos estudios de la Universidad de Basilea demuestran ahora que no es así.

 

Epigenética, el eslabón perdido 

En el primer estudio se examinaron los hemogramas de 533 personas jóvenes sanas. Se encontró un perfil epigenético que está estrechamente relacionado con el grosor del córtex cerebral, especialmente con una parte que es importante para la memoria.

 

Este resultado ha sido confirmado de forma independiente por otro grupo compuesto por 596 voluntarios. La conclusión es que existe una relación entre la base genética del sistema inmune en la sangre, el perfil epigenético y la estructura del cerebro. Así, el perfil epigenético puede considerarse el "eslabón perdido".

 

Recuerdos traumáticos 

En el segundo estudio, los científicos observaron el genoma de voluntarios sanos que eran capaces de recordar o muy bien o muy mal ciertas imágenes negativas. Resultó que una variante del gen TROVE2 hace que la gente recuerde muchas imágenes negativas, mientras que el resto de la memoria permanece inalterado. Esta variante del gen TROVE2 también hacía que hubiese más actividad en áreas específicas del cerebro que son importantes para recordar experiencias emocionales.

 

Los investigadores han demostrado que el gen está vinculado a la potencia de los recuerdos traumáticos en personas que han sufrido algún trauma. Normalmente solo se investiga este gen en el marco de patologías inmunológicas.

 

Tratar a la vez el sistema inmune y el cerebro 

Los resultados de ambos estudios demuestran, según los científicos, que la estructura del cerebro y la memoria están ligadas a la actividad de los genes que también tienen una importante función reguladora dentro del sistema inmune en el torrente sanguíneo.

 

"Aunque todavía queda por aclarar el mecanismo exacto que subyace a este vínculo, esperamos que estos avances se traduzcan en posibilidades de tratamiento", afirman los investigadores.

 

El estudio posiblemente también ofrezca una explicación para el hecho de que, por ejemplo, un déficit de vitamina D provoque tanto problemas del sistema inmune (como la esclerosis múltiple) como trastornos mentales (por ejemplo, autismo y depresión).

 

Fuentes

 

Virginie Freytag et al., A peripheral epigenetic signature of immune system genes is linked to neocortical thickness and memory, Nature Communications 8 (2017), 15193

Angela Heck et al., Exome sequencing of healthy phenotypic extremes links TROVE2 to emotional memory and PTSD, Nature Human Behaviour 1 (2017), 0081