Siete facetas del omega 3 para un cerebro sano

martes 13-junio-2017

Los ácidos grasos omega 3 son esenciales para tener una buena salud y un desarrollo normal del cerebro. Pero el omega 3 tiene todavía más ventajas a nivel cognitivo y psicológico. Hemos recopilado las siete aplicaciones mejor fundamentadas.


1 Función cerebral en general

 

La mayor concentración de DHA en el cuerpo se encuentra en el cerebro, el sistema nervioso y la retina, donde, en forma de fosfolípidos, está integrada en membranas.  El DHA tiene una influencia positiva sobre la estructura y función de las membranas, y es un precursor de complejos antiinflamatorios y protectores nerviosos. Por tanto, un consumo suficiente de DHA procedente de pescado o algas, por ejemplo, es crucial para que funcione bien el sistema nervioso (central).


2 Salud mental

 

Una ingesta insuficiente durante mucho tiempo de DHA (y EPA) aumenta las probabilidades de sufrir trastornos en el área del pensamiento, la conducta, el estado de ánimo y/o la vista. Se la ha relacionado con una amplia gama de patologías, entre ellas, trastornos del desarrollo, depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad, estrés y agresividad, e incluso deterioro cognitivo y demencia a edad avanzada.

 

3 Desarrollo neurocognitivo y visual

 

Un suministro suficiente de DHA (y el ácido graso omega 6 ácido araquidónico) es crucial para la creación y desarrollo del sistema nervioso central. Los estudios demuestran que la suplementación con DHA durante el embarazo y la lactancia tiene efectos positivos significativos en el desarrollo visual, cognitivo y motor del niño y, entre otros, ha sido asociada a un mayor cociente intelectual a los cuatro años y a un mejor desarrollo neurológico a los cinco años y medio.

 

4 Aprendizaje y comportamiento entre niños escolares

 

En comparación con los niños con altos niveles de DHA, los escolares sanos (7-9 años) con un bajo nivel de DHA en sangre tienen más dificultades para leer y peor memoria de trabajo, según un estudio. Además, son más inestables emocionalmente y presentan más comportamientos problemáticos. El estudio británico en que se demostró esto es un ejemplo de que un nivel de DHA reducido también tiene efectos significativos en el pensamiento y el comportamiento de niños escolares sin problemas graves de aprendizaje y comportamiento como el TDAH y la dislexia.


5 Memoria y tiempo de reacción

 

Un buen nivel de DHA es importante a cualquier edad para que el cerebro funcione bien. En un estudio con control placebo, la suplementación con DHA (1160 mg/día durante seis meses) produjo mejoras significativas en la memoria y el tiempo de reacción entre personas adultas jóvenes sanas con baja ingesta de DHA procedente de la dieta.  

 

6 Deterioro cognitivo

 

Cada vez hay más pruebas científicas de que aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3 (especialmente, DHA) reduce la probabilidad de sufrir deterioro cognitivo asociado a la edad y retrasa los procesos patológicos (prematuros) que desembocan en demencia vascular o la enfermedad de Alzheimer. En personas mayores con depresión y deterioro cognitivo leve disminuyeron los síntomas depresivos mediante el aumento de la ingesta de DHA o EPA, mientras que hubo mejoras en el pensamiento y la percepción del bienestar corporal que fueron asociadas a un mayor consumo de DHA.

 

7 Cardiopatías

 

Muchos estudios confirman el papel significativo que pueden tener los ácidos grasos omega 3 en la prevención primaria y secundaria de patologías cardiovasculares, sobre todo mediante la reducción del riesgo de afecciones cardiacas coronarias. De forma indirecta, esto también influye en el suministro de sangre al cerebro, en el que el omega 3 influye en más de una forma a que el cerebro esté sano y se desarrolle bien.

 

Lee también la monografía sobre el omega 3 y los ácidos grasos (DHA) para conocer más fundamentos científicos sobre aplicación, uso y posología.