La insulinorresistencia es mala para el cerebro

martes 16-mayo-2017

Un nuevo estudio publicado en el Journal of Alzheimer\'s Disease demuestra que la insulinorresistencia no solo es mala para el cuerpo, sino también para el cerebro. Para el ensayo se ha seguido a quinientas personas durante más de veinte años.

 

Cuando hay una carga de glucosa prolongada en el tiempo, el páncreas se ve obligado a producir cada vez más insulina para poder seguir almacenándola, lo que a la larga provoca que las células del cuerpo se vuelvan insulinorresistentes, acumulándose el excedente de glucosa en la circulación. Al final, este proceso origina (pre)diabetes y otros trastornos de salud. Un nuevo estudio ha demostrado que el deterioro cognitivo también es uno de ellos.

 

Investigación prolongada a gran escala 

Durante más de veinte años se ha seguido a un grupo de quinientos pacientes con enfermedades cardiovasculares preexistentes. Al principio del estudio, se determinó la insulinorresistencia basal con el índice HOMA (siglas en inglés de "modelo homeostático de evaluación"), que se basa en la glucemia y el nivel de insulina en sangre en ayunas.

 

Se midieron las funciones cognitivas con una batería de tests informáticos. En ellos, se recogieron datos de los participantes con respecto a la memoria, las funciones ejecutivas, el procesamiento de información visual y espacial y la atención. Quince años después se repitió el mismo estudio, así como otros cinco años más tarde.

 

Deterioro cognitivo acelerado 

Resultó que, al final de la investigación, el 25% que puntuó más alto en el índice HOMA tuvo un peor rendimiento intelectual y presentaba deterioro cognitivo acelerado en comparación con los demás participantes. Incluso tras la corrección de variables de confusión, el resultado era el mismo.

 

Las personas con insulinorresistencia mostraban deterioro sobre todo en el área de las funciones ejecutivas y la memoria, con independencia de si tenían diabetes o no. Según los investigadores, una de las causas de este efecto es el sobrepeso secundario y la falta de ejercicio corporal.

 

Modificar el estilo de vida funciona 

En palabras de los investigadores: "Los resultados nos pueden ayudar a identificar precozmente a las personas que tienen más probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo y posible demencia más adelante en la vida. Más ejercicio, alimentación sana y vigilar el peso pueden ayudarles a evitar la insulinorresistencia, protegiendo también así el cerebro".

 

En este momento, los científicos están estudiando el mecanismo de acción que subyace a la relación entre la resistencia a la insulina y el deterioro cognitivo. Los resultados de esta investigación serán publicados en el futuro.

 

Fuente 

Miri Lutski et al, Insulin Resistance and Future Cognitive Performance and Cognitive Decline in Elderly Patients with Cardiovascular Disease, Journal of Alzheimer\'s Disease (2017).