Peligro: PAMP en los alimentos procesados

domingo 19-febrero-2017

Los PAMP son moléculas que provocan una reacción inmune en el cuerpo. Se encuentran niveles elevados de PAMP en prácticamente todos los alimentos procesados. Según investigadores de la Universidad de Leicester (Reino Unido), se trata de una de las principales causas de patología cardiovascular.

 

"PAMP" son las siglas de Pathogen-Associated Molecular Pattern. En traducción libre, los PAMP son estructuras moleculares procedentes de patógenos, entre ellos determinadas bacterias. La forma de estas estructuras (el llamado "patrón") desencadena una reacción por parte del sistema inmune innato. Según los investigadores, a la larga esto puede aumentar el riesgo de sufrir cardiovasculopatías y diabetes tipo 2.

 

Alimentación con pocos PAMP 

Los investigadores hicieron que un grupo de voluntarios tomase comida con pocos PAMP durante una semana. Esto produjo una reducción del 11% en la cantidad de leucocitos en sangre. Asimismo, bajó un 18% el colesterol "malo", el LDL. "Si se sostiene la alimentación baja en PAMP durante más tiempo, el riesgo de afecciones cardíacas isquémicas se ve reducido", afirman los investigadores.

 

Pero había todavía más ventajas: los participantes bajaron de media 600 gramos de peso en una semana, y su contorno de cintura disminuyó una media de 1,5 cm. Si a la reducción del contorno de cintura se le suma el descenso en la cantidad de glóbulos blancos, para el caso de la diabetes 2 esto supondría una reducción del 15% en el riesgo de sufrir la enfermedad. Además, cuando esos mismos participantes volvían a una dieta rica en PAMP, estos beneficios para la salud quedaban anulados.

 

Inflamaciones de bajo grado 

Cuando el alimento está troceado o molido, con el transcurso del tiempo los PAMP alcanzan niveles medibles, producidos por la proliferación de una bacteria. Es más, el grado de contaminación es mayor cuanto más tiempo es conservado el alimento procesado. Ni siquiera la congelación puede detener este proceso.

 

Los principales alimentos que contienen PAMP son los productos cárnicos triturados, como la carne picada, las salchichas y las hamburguesas, las comidas preparadas como la lasaña, ciertas variedades de queso, el chocolate y algunos tipos de verduras cortadas, como la cebolla picada. También aquellos productos que incluyen estos ingredientes en su elaboración, como las salsas y bocadillos, suelen estar contaminados con PAMP.

 

Cada vez que se ingieren alimentos procesados, los PAMP activan el sistema inmune. Esto puede desencadenar a la postre un proceso de inflamación de bajo grado. Las inflamaciones de bajo grado son responsables del desarrollo de enfermedades de la abundancia como son las patologías cardiovasculares y la diabetes tipo 2.

 

Preparar uno mismo alimentos frescos 

Aunque los investigadores solo ven posibilidades en la reducción del contenido de PAMP en los alimentos procesados, existe una solución más evidente: preparar uno mismo comida con pocos PAMP. En los alimentos frescos y no procesados no se encuentran cantidades medibles de PAMP. Por tanto, lo que hay que hacer es comprar frescas la carne y las verduras, trocearlas uno mismo y no esperar demasiado para cocinarlas.

 

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Fuente 

M. Herieka et al., Reduced dietary intake of pro-inflammatory Toll-like receptor stimulants favourably modifies markers of cardiometabolic risk in healthy men, Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases (2015).