La flora puede tardar años en restaurarse tras el uso de antibióticos

jueves 12-mayo-2016

Investigadores de la universidad de Helsinki han estudiado el efecto de los antibióticos en la composición de la flora intestinal. En el estudio participaron 142 niños entre 2 y 7 años que habían sido tratados con antibióticos al menos una vez a lo largo de su vida.

 

El uso de antibióticos en la infancia temprana altera el desarrollo de una buena flora intestinal, según el estudio de la universidad de Helsinki. Sobre todo parecen tener gran impacto los antibióticos macrólidos, que se suelen prescribir en casos de neumonía. 

Mayor probabilidad de obesidad

Ya se sabía que el uso de antibióticos a edades tempranas produce un aumento en las probabilidades de sufrir EII (enfermedad inflamatoria intestinal), asma y obesidad. Los científicos investigaron cuántos tratamientos con antibióticos se había administrado a los niños durante su vida y cómo esto se reflejaba en la flora intestinal. Además, estudiaron la relación del uso de antibióticos con el asma y el IMC (índice de masa corporal).

Claramente visible en la flora intestinal

Los efectos del uso de antibióticos se notan claramente. Los antibióticos redujeron la diversidad de la flora intestinal y frenaron su desarrollo relacionado con la edad. Sobre todo se desviaba de lo normal la flora de los niños que habían recibido antibióticos macrólidos en los dos años anteriores, como azitromicina o claritromicina. 

 

"Parece que la flora intestinal necesita en general más de un año para recuperarse de un tratamiento con antibióticos. Cuando un niño recibe diferentes tratamientos con antibióticos en sus primeros años de vida, es muy posible que la flora intestinal no tenga tiempo suficiente para restablecerse por completo", afirman los investigadores.

Relación con el síndrome metabólico

Se observó una conexión entre el uso de antibióticos macrólidos y los cambios en la flora intestinal que en estudios anteriores se relacionaron con obesidad y enfermedades metabólicas. Según se vio, el uso de macrólidos en los primeros dos años de vida está relacionado con un IMC mayor de lo normal. También parece ser mayor el riesgo de asma en esos casos. Además, la resistencia contra los antibióticos resultó ser mayor en ese grupo, un problema cada vez más grave para la salud pública.

 Uso excesivo de antibióticos

En caso de enfermedades potencialmente mortales, los antibióticos son la única solución. Pero ese ya no es su uso principal: su aplicación en dolencias menores, el uso preventivo y el uso en la ganadería intensiva juegan a favor de nuestros enemigos naturales. Gracias a ello, Staphylococcus aureus ha podido evolucionar hasta convertirse en la bacteria SARM, casi imposible de vencer. Se ha hecho resistente a todas las formas de penicilina, por lo que es muy difícil de combatir.

Probióticos

 Es recomendable suplementar siempre con probióticos en los tratamientos con antibióticos a edades tempranas, siendo la primera elección una combinación de Bifidobacterium infantis y Lactobacillus rhamnosus.  Cada vez hay más estudios que demuestran que diferentes cepas de probióticos tienen juntas un efecto sinérgico.

Fuentes

  1. Katri Korpela, Anne Salonen, Lauri J. Virta, Riina A. Kekkonen, Kristoffer Forslund, Peer Bork, Willem M. de Vos: Intestinal microbiome is related to lifetime antibiotic use in Finnish pre-school children. Nature Communications, 26 Jan 2016.
  2. http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2014/amr-report/en/