Desde el brote del SARS-CoV-2, los científicos han estado en búsqueda de los procesos patofisiológicos y la etiología de este virus altamente contagioso. Uno de los aspectos que resulta interesante destacar en este contexto es el microbioma. Nuestro microbioma, en un sentido amplio, puede ayudar o contrarrestar la resistencia a los virus en general y posiblemente al SARS-CoV-2 en particular; dentro del área de investigación de los pre y probióticos, desde esta reciente pandemia, se hace hincapié en su aplicación en el COVID-19 [1]. Ahora más que nunca, un estilo de vida saludable resulta de vital importancia para que el microbioma se vea favorablemente influido y, con él, nuestra salud integral. Cada superficie humana que se encuentra expuesta al mundo exterior (las barreras de nuestro cuerpo) contiene un microbioma que consiste en innumerables bacterias, virus y hongos. Las proteobacterias forman parte de él. Las proteobacterias son bacterias gramnegativas que, en bajas concentraciones, tienen importantes funciones que son simbióticas con nuestra fisiología [2]. Las proteobacterias se dividen en diferentes clases. Las clases más conocidas son las nombradas con las letras del alfabeto griego (de alfa a épsilon). Estas clases tienen en común que la pared celular de este grupo bacteriano contiene lipopolisacáridos (LPS), una endotoxina que tiene un efecto inflamatorio en nuestra fisiología. Un ejemplo de proteobacteria es la bacteria E-coli: una bacteria aeróbica (que vive del oxígeno), que crea las condiciones para un ambiente anaeróbico (bajo en oxígeno), lo cual es importante para la supervivencia de otras bacterias como los lactobacilos [3].
Proteobacterias y resistencia a los virusEl bacterioma y los virus y su relación con el interferón
El microbioma pulmonar y complicaciones de infecciones virales
¿Qué tienen en común el microbioma pulmonar y el intestinal?
Conocimiento a través de la práctica
[ii] Bradley, P.H., Pollard, K.S. Proteobacteria explain significant functional variability in the human gut microbiome. Microbiome 5, 36 (2017). https://doi.org/10.1186/s40168-017-0244-z
[iii]https://microbewiki.kenyon.edu/index.php/Escherichia_coli#:~:text=Most%20E.,K%20production%2C%20and%20food%20absorption.
[iv] Savin Z, Kivity S, Yonath H, Yehuda S. Smoking and the intestinal microbiome. Arch Microbiol. 2018;200(5):677-684. doi:10.1007/s00203-018-1506-2
[v] Engen PA, Green SJ, Voigt RM, Forsyth CB, Keshavarzian A. The Gastrointestinal Microbiome: Alcohol Effects on the Composition of Intestinal Microbiota. Alcohol Res. 2015;37(2):223-236.
[vi] Karl JP, Hatch AM, Arcidiacono SM, et al. Effects of Psychological, Environmental and Physical Stressors on the Gut Microbiota. Front Microbiol. 2018;9:2013. Published 2018 Sep 11. doi:10.3389/fmicb.2018.02013
[vii] Spreadbury I. Comparison with ancestral diets suggests dense acellular carbohydrates promote an inflammatory microbiota, and may be the primary dietary cause of leptin resistance and obesity. Diabetes Metab Syndr Obes. 2012;5:175-189. doi:10.2147/DMSO.S33473
[viii] Dragos D, Tanasescu MD. The effect of stress on the defense systems. J Med Life. 2010;3(1):10-18.
[ix] Karst SM. The influence of commensal bacteria on infection with enteric viruses. Nat Rev Microbiol. 2016;14(4):197-204. doi:10.1038/nrmicro.2015.25
[x] Schaupp L et al. Microbiota-induced type I interferons instruct a poised basal state of dendritic cells. Cell 2020 Mai 06. doi: https://doi.org/10.1016/j.cell.2020.04.022
[xi] Rylance J, Kankwatira A, Nelson DE, et al. Household air pollution and the lung microbiome of healthy adults in Malawi: a cross-sectional study. BMC Microbiol. 2016;16(1):182. Published 2016 Aug 11. doi:10.1186/s12866-016-0803-7
[xii] Li KJ, Chen ZL, Huang Y, et al. Dysbiosis of lower respiratory tract microbiome are associated with inflammation and microbial function variety. Respir Res. 2019;20(1):272. Published 2019 Dec 3. doi:10.1186/s12931-019-1246-0
[xiii] Erb-Downward JR, Thompson DL, Han MK, et al. Analysis of the lung microbiome in the "healthy" smoker and in COPD. PLoS One. 2011;6(2):e16384. Published 2011 Feb 22. doi:10.1371/journal.pone.0016384
[xiv] Leung RK, Zhou JW, Guan W, Li SK, Yang ZF, Tsui SK. Modulation of potential respiratory pathogens by pH1N1 viral infection. Clin Microbiol Infect. 2013;19(10):930-935. doi:10.1111/1469-0691.12054
[xv] Burnett D. Immunoglobulins in the lung. Thorax. 1986;41(5):337-344. doi:10.1136/thx.41.5.337